*Su dueño fue Don Manuel Madeira, apodado "El Portugués", quien se dedicó a tareas comerciales.
*Su particular disposición en la traza urbana, sin un registro preciso de la limitación de la propiedad, avanza sobre el espacio de la calle, generando un espacio de notable singularidad.
*De antiguedad similar a la Iglesia.
*A una cuadra del Antiguo Camino Real (hoy calle Santa Rosa)
*En esa época las escrituras de tierras llevaban la inscripción "¡Viva la Santa Federación!, ¡Mueran los Salvajes Unitarios!"
*Alguna vez un fabricante de ladrillos de la zona costera santafesina expresó:"...en esa casa estuvo descansando el Brigadier López, cuando desde San José del Rincón, los blandengues y las milicias rinconeras impedían el ingreso de los invasores unitarios y de los aborígenes...".
*Y ahí cerquita, según la tradición oral el célebre cacique Mateo El Grande fue muerto por rinconeros en 1820. Había mantenido en jaque a la ciudad de Santa Fe y al mismo Brigadier López durante años.
(p.51, El Paisaje Costero en S. J. del Rincón -Otros vestigios coloniales- Zarza; Graciela y González; Clelia).

martes, 12 de marzo de 2013

FRAY FRANCISCO DE PAULA CASTAÑEDA. En este combate andaba (guerra con el Brasil), cuando le llegó la hora de presentarse a la Casa del Padre, un 12 de marzo de 1832.

A fines de 1823 ya instalado en Rincón, la primitiva capilla ha sido reemplazada por otra mucho más amplia y la escuela estaba lista para comenzar su tarea. El 19 de diciembre se dirige a los capitulares de Santa Fe, informando que "la solemne apertura de la Escuela del Rincón de San José, será el próximo domingo, y el jueves siguiente se dará la primera misa en la nueva capilla; las campanas de Gorondona y de los Hunchales están destinadas para el servicio del Rincón pero traerlas estos días es imposible..". Por lo tanto solicita al Cabildo santafesino que le presten una hasta que llegue la propia.
No siempre se ha reparado en esta característica. Castañeda es el iniciador de la que podíamos llamar educación de gestión pública. Así se desprende de su comunicación al Gral. López, producida en 1825, y en la que reseña su tarea de los años anteriores. Así expone Castañeda: "en mis cuentas de los años 23 y 24 aprobadas ya por V. S. Hice una prolija relación de los fondos creados por mí , para aumentar los del estado, que seguramente no alcanzaban para la fundación de la Iglesia, pueblo y escuela en un desierto, cual es el Rincón de Antón Martín, y que ahora se llama Rincón de San José".
En esa última etapa de su vida, las convulsiones políticas seguían agitando a la provincia de E. Ríos y además estábamos en guerra con el Brasil. Castañeda con su ejército de sesenta o más alumnos, se puso a hacer la guerra más activa. Como escribiera dos años atrás en su periódico "Buenos Aires cautiva", los fusiles y cañones de este Padre son los libros que reparte gratis a la amable juventud, las balas de fusil el a,b,c." En este combate andaba cuando le llegó la hora de presentarse a la Casa del Padre, un 12 de marzo de 1832. Pocos meses permanecieron sus restos en el cementerio de Paraná. El gobierno de Rosas tomó las medidas para que descansara definitivamente en Buenos Aires. Allí llegaron el 28 de julio al panteón del convento franciscano. Allí el 22 de diciembre se realizaron las solemnes exequias en sufragio de su alma y "para honrar su buena memoria.." El Padre Aldazor, futuro Obispo de Cuyo, pronunció una elocuente oración fúnebre, que reivindicó su memoria en la ciudad que antes lo desterrara. Su temperamento inquieto pareció acompañarlo también después de muerto, pues en una reforma de la cripta, sus restos desaparecieron de allí.

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