*Su dueño fue Don Manuel Madeira, apodado "El Portugués", quien se dedicó a tareas comerciales.
*Su particular disposición en la traza urbana, sin un registro preciso de la limitación de la propiedad, avanza sobre el espacio de la calle, generando un espacio de notable singularidad.
*De antiguedad similar a la Iglesia.
*A una cuadra del Antiguo Camino Real (hoy calle Santa Rosa)
*En esa época las escrituras de tierras llevaban la inscripción "¡Viva la Santa Federación!, ¡Mueran los Salvajes Unitarios!"
*Alguna vez un fabricante de ladrillos de la zona costera santafesina expresó:"...en esa casa estuvo descansando el Brigadier López, cuando desde San José del Rincón, los blandengues y las milicias rinconeras impedían el ingreso de los invasores unitarios y de los aborígenes...".
*Y ahí cerquita, según la tradición oral el célebre cacique Mateo El Grande fue muerto por rinconeros en 1820. Había mantenido en jaque a la ciudad de Santa Fe y al mismo Brigadier López durante años.
(p.51, El Paisaje Costero en S. J. del Rincón -Otros vestigios coloniales- Zarza; Graciela y González; Clelia).

domingo, 9 de septiembre de 2012

Aroma embriagante de los azahares en La Casa...

“Construyen su casa como obra e’ casero: con barro y gramilla... horcón altanero, cumbrera... y la paja”. (p. 19-20.)

Son descripciones del paisaje de San José del Rincón , reflejo de la vida de “Juan de Dios Cejas, criollo costero... muchacho fornido, de estirpe y de garra” y de Norberta Miño –“que trasunta decencia”-, con ojos muy grandes y negros, su cuerpo muy fino, su tez de gitana”... Ellos saben admirar la belleza del “ingá, aguay, canelón, curupí, los espejos de plata de grandes lagunas, las fuertes corrientes de tortuosos arroyos, la victoria regia, el grito estridente de la fauna toda”...
“Construyen su casa como obra e’ casero: con barro y gramilla... horcón altanero, cumbrera... y la paja”. (p. 19-20.)
Allí, donde siglos antes nombraban a los pagos de Antón Martín, “no lejos de la ciudad”, tras cruzar cualquiera de los dos puentes tendidos sobre la Laguna Setúbal, avanzando hacia el noreste es posible llegar a una “villa pintoresca, criolla, soledosa, que aunque peña en población fue siempre grande en nuestra historia San José del Rincón, Rincón de San José o Rincón de Antón Martín. Enclavado a la vera del Río Colastiné y del correntoso arroyo Ubajay, por el naciente, recibe por el otro extremo paralelo, las aguas mansas de los bañados de la laguna Setúbal y aparece siepre como dormido, aletargado, quizá porque recibe, junto al aroma embriagante de los azahares de sus quintas de naranjos y limoneros, el rumor susurrante que arriman los vientos de las islas de sus contornos, todo dentro del marco verde y agreste que le dan sus timbóes, ibirapitaes y algún palo borracho que aparece cada tanto, rompiendo con sus formas, la monotonía del paisaje.”
En 1985, Guillermo Busaniche publicó Estampas del Litoral, ilustrado por el talentoso Juan Arancio y editado en la ya legendaria Librería y Editorial Colmegna, en Santa Fe de la Vera Cruz, “Corazón legal de la República”, como suele decir el escritor y poeta Gastón Gori. 
Diario El Litoral – La comarca y el mundo. Santa Fe, sábado 26 de abril de 1986, p. 1-2.

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