martes, 26 de agosto de 2014

Antonio Rivero, enarbola el pabellón nacional el 26 de agosto de 1833 en Malvinas.

Antonio Florencio Rivero, un gaucho entrerriano que se desempeñaba como peón de campo en las islas, encabezó una rebelión, al frente de siete gauchos e indios, y pasó a degüello al gobernador interino británico. Arrió la bandera inglesa y enarboló la enseña nacional en la gobernación de las islas. Esto le costaría persecución y el ser llevado para ser ahorcado en una cárcel de Londres.
Devuelto al Río de la Plata por conveniencias políticas del viejo imperio inglés, se enroló en las milicias federales y murió combatiendo en Vuelta de Obligado contra la flota anglo-francesa.
Todo un gaucho y todo un símbolo de la estirpe criolla que no se resgina ante los que atropellan su tierra. Puede, con justicia, llamárselo “El Primer Combatiente de Malvinas”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario