Fiel testigo y único ejemplo de la arquitectura doméstica en tiempos de la Santa Fe colonial: muros de adobe, vereda enladrillada, pisos interiores de losetas simil ladrillos, techo de paja protegidos con chapa. Aberturas de madera dura con herrajes originales. Rejas de hierro en fachada y patio. Patio del parral con enladrillado original, pozo de balde y aljibe... Gamboa 1265, tel. 0342 4971667,C.P. 3001 San José del Rincón, Santa Fe - ARGENTINA
jueves, 16 de julio de 2020
jueves, 9 de julio de 2020
jueves, 2 de julio de 2020
2 de julio Nuestra Señora del Huerto (imágenes de la Capilla Oratorio de la Casa)
Todos los 2 de julio, la Iglesia Católica conmemora el día de Nuestra Señora del Huerto.
Patrona de las enfermedades infecciosas, pestes, sordera, protección ante las epidemias y la pobreza.
En 1493 se desato en la ciudad de Génova una gravísima epidemia de cólera, que llega a la ciudad de Chiávari (Italia). María Truquina, una piadosa mujer, con mucha esperanza y fe, promete a la Virgen una señal de público reconocimiento si resulta inmune a la epidemia. Logra la gracia pedida, cumple sus promesas, y encarga a Benito Borzone la imagen de la Santísima Virgen con el Niño Jesús en brazos en acto de bendecir al pueblo, impulsado por la mano derecha de la Madre Inmaculada.
La cesación del azote y los milagros obrados por medio de la Imagen, manifestaron que ésta había sido divina inspiración. Pero habiéndose destinado aquel lugar a sepultura de las víctimas del contagio, la Imagen quedó alli oculta, olvidada y hasta profanada por largos años.
En 1609, la Santísima Virgen en persona dignóse aparecer a Gerónima Turrio, sanándole instantáneamente a un hijo; y el 2 de Julio de 1610, el joven Sabastián Descalzo vió, en celestial visión, a María Santísima pasearse por los aires y detenerse ante la ventanilla donde estaba pintada la Imagen. A estas noticias acuden los pueblos y se multiplican los prodigios.
El lugar en el cual se encontraba la pintura era, “el muro del huerto”, de allí el nombre de la Virgen del huerto. Así surge la nueva devoción Mariana. Chiávari se convierte en un centro de peregrinación. El muro donde se encontraba la imagen se deteriora por estar a la intemperie, apareciendo una fisura que se repara milagrosamente en su totalidad.